Estreñimiento: Evacuación poco frecuente o difícil de las heces.
El estreñimiento causa fácilmente putrefacciones y fermentaciones en el intestino, esto hace que en el intestino se puedan absorber sustancias venenosas y perjudiciales, las cuales pueden pasar a la sangre siendo conducidas a todo el cuerpo. Y si el hígado no trabaja bien, se puede ocasionar una intoxicación general del organismo.
La acumulación continua de materia fecal endurecidas actúa sobre las paredes del intestino irritándolo pudiendo provocar colitis, diarreas, úlceras intestinales, formación de divertículos, etc.
Órganos como los ovarios y la matriz pueden sufrir a causa de un estreñimiento habitual crónico debido a la presión continua del intestino demasiado lleno, no sólo sobre estos órganos, sino también sobre numerosos vasos sanguíneos de la pelvis.
Además el estreñimiento empobrece el cuerpo de vitaminas debido a una mala absorción de las vitaminas por el intestino.
Una mala alimentación, la falta de ejercicio físico y de descanso junto con un mal estado emocional y mental influyen en el estreñimiento. Además el sistema digestivo actúa como «espejo de las emociones». Por eso por el funcionamiento del intestino, del hígado, del páncreas, etc., se puede saber mucho del estado emocional de la persona.
Alimentos: que acentúan y combaten el estreñimiento.
Cuando el alimento llega al intestino, se inicia en este, una serie de contracciones musculares involuntarias (movimientos peristálticos) que se encargan de movilizar los alimentos a través del intestino. Estos movimientos dependen mucho de la cantidad y calidad de los alimentos ingeridos. Todos aquellos alimentos que activen los movimientos del intestino contribuyen a evitar el estreñimiento.
Los alimentos de origen vegetal (cereales, legumbres, verduras, ensaladas, frutas, etc) gracias a la cantidad de celulosa que contienen, activan los movimientos naturales del intestino estimulando las paredes intestinales, contribuyendo a llenar el intestino grueso, generando una presión que favorece el peristaltismo y por tanto el vaciado intestinal. En cambio alimentos como (carne, quesos, mantequilla, nata, leche, azúcares, alimentos refinados, pan blanco, harinas blancas, arroz blanco, pastelería, bollería, chocolate, etcétera) dejan pocos residuos una vez que se ha efectuado la digestión en el estómago e intestino. Esos pocos residuos tienen un poder estimulante escaso. Por eso los alimentos de origen animal favorecen un posible estreñimiento. Además en la mayoría de los casos los alimentos de origen animal favorecen los procesos de putrefacción en el intestino formándose sustancias con influencia desfavorable sobre la actividad intestinal normal.
Este imagen ilustra el tiempo aproximado que tarda en pasar las materias través del intestino. Las de origen vegetal tardan aproximadamente cerca de 9 horas en cambio las de origen animal el tiempo es de cerca de unas 13 horas. Esto es así siempre y cuando se trata de un intestino sano, si la tendencia es al estreñimiento, el tiempo puede prolongarse.
En la imagen de arriba se ve un intestino sano (1), un instetino con espasmos (2) y un intestino «perezoso», con atonia (3)
1.- Intestino sano: con un peristaltismo correcto, sin interrupciones ni estancamientos del transito de las materias fecales.
2.- Espasmos intestinales: existe estrechamiento, dificultad para el paso de la materia fecal, se produce estreñimiento. Este tipo de estreñimiento se debe en la mayoría de los casos por trastornos nerviosos como miedo, preocupaciones, angustia, etc.
3.- Atonía intestinal: el intestino no se contrae de manera normal, o bien por debilidad muscular o de los impulsos nerviosos que recibe. El contenido intestinal no avanza con suficiente rapidez y se provoca estreñimiento.
Existen una serie de alimentos y plantas que actuan como laxantes naturales: entre ellos están ciertas frutas como las ciruelas secas las cuales se pueden dejar en remojo la noche anterior. En ayunas por la mañana se puede tomar una gran vaso de agua tibia junto con estas ciruelas. También se puede emplear higos secos. Alimentos como el kéfir y el yogur (preferiblemente de cabra) contribuyen a mejorar la flora intestinal y por tanto ayudan a combatir el estreñimiento. Existen algunas infusiones de plantas medicinales que también pueden ayudar por ejemplo el diente de león (también sirve para mejorar la actividad del hígado), el malvavisco, la manzanilla, la hierba luisa, el hinojo, el Sen, etc.
Siempre hay que tener en cuenta las posibles contraindicaciones de cada una de estas plantas.
También la actividad física contribuye a mejorar el estreñimiento. Las Técnicas Manuales como la Osteopatía y el Quiromasaje sirven de gran ayuda para combatir el estreñimiento ya que estas técncias ayudan a normalizar los movimientos naturales intestinales, ya que en estos casos se encuentran alterados siendo más lentos de lo normal.
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